Como bien sabemos, Xiaomi nos ofrece dispositivos muy bien equipados y eficientes, a precios muy asequibles. Como casi siempre en la vida, ello tiene una contrapartida: la marca recoge muchos datos de nuestro uso del dispositivo y de nuestros movimientos a través de Internet, sobre todo a través del navegador nativo y de Mint, también propiedad de la marca.
En los últimos días ha habido cierto ruido en cuanto a esto, y ya se sabe que dadas las costumbres del régimen chino, siempre producen controversia estas cosas, por lo cual Xiaomi recuerda que al iniciar uno de sus dispositivos hemos concedido permiso a que recopilen nuestros usos y costumbres.
No obstante, podemos amortiguar dicho monitoreo tanto de Xiaomi como de Google, a través de los ajustes… veamos cómo:
Entramos en la opción «ajustes» (estamos usando la última versión de Miui, la 12:
Bajaremos hasta encontrar la opción privacidad:
Deshabilitamos la opción correspondiente:
Igualmente desde Ajustes, avanzaremos hasta la opción «Contraseñas y publicidad»:
Deshabilitar lo que nos parezca conveniente deshabilitar:
Chrome OS es el sistema operativo desarrollado por Google y que encontramos en los Chromebook, su modelo de ordenador portátil ligero y barato (aunque también los hay de alta gama). También es posible instalarlo en uno de los ordenadores protagonistas de este artículo y convertirlo en una versión alternativa de los Chromebook oficiales, ideal para que les den una nueva vida en colegios. También, para personas que no son muy duchas con la informática, ya que es un sistema operativo muy eficaz contra los virus.
Chrome OS no es de código libre como Linux, así que hay que descargar un sistema operativo parecido: Chromium OS, la versión ‘open source’. El proceso es similar al de Linux, así que ya sabes: hazte con un USB vacío de 8 o más gigas.
En concreto, instalaremos CloudReady, un Chromium OS creado precisamente para dar una segunda vida a los ordenadores. Neverware, la empresa desarrolladora, lo creó a partir de Chromium OS. Hay versión gratuita y de pago; esta segunda da acceso al equipo de ayuda.
Vamos a hablar de la gratuita. Tras acceder a la página web de esta versión, descarga USB Maker, que te servirá para crear el lápiz con el que luego instalarás CloudReady. Abre este ‘software’ y elige entre la versión de 64 o 32 bits, según tu modelo de Windows. Mete el USB vacío (a partir de 8 GB) y sigue las instrucciones que te aparezcan en la pantalla.
Una vez hecho, toca instalarlo. Apaga el ordenador e inserta el USB. Enciéndelo y pulsa una tecla determinada cuando aparezca el logo de tu marca: F9 si es HP, F12 si es Dell o Lenovo… En el menú que aparece, selecciona el instalador. Escoge tu idioma o el del teclado y, a continuación, al clicar en el reloj que te aparecerá abajo a la derecha, la opción ‘Instalar CloudReady’.
El proceso, de acuerdo al equipo, durará entre 15 y 30 minutos. Una vez terminado, el ordenador se apagará automáticamente. Retira el USB y vuelve a encenderlo.
Fuente: El Confidencial
Ojo: si ya tenemos Windows instalado, para poder usar Chrome OS se necesitará de una máquina virtual tipo VMWare. Lo preferible es usar este tipo de sistema operativo en un equipo limpio y ser consciente de sus limitaciones, ya que hoy por hoy no pasan de ser sistemas muy enfocados a entornos educativos, como evolución de las tabletas.
Esta marca es, sin duda, la revelación de 2020, con una serie de modelos que sorprenden y le hacen mucha sombra a los reyes de la gama media de Xiaomi.
Hablamos de un smartphone sobrio aunque bastante bonito (el material de la carcasa posterior es muy suave, pero atrae huellas dactilares casi antes de tocarlo, por lo que es recomendable usar desde el primer momento la funda de silicona que incluye, y que sorprende por su calidad).
La presentación, como podemos ver en las imágenes es bastante buena. Sin entrar en especificaciones técnicas, tiene un procesador muy eficiente, la RAM adecuada, 64 Gigas de almacenamiento (en este caso) y una calidad de imagen bastante aceptable. Muy rápido y se ajusta muy bien a la mano.
Comparativa con Xiaomi Redmi Note 9
La capa de personalización es muy limpia, prácticamente no sobra nada, lo cual se agradece. La cámara cuadruple no despunta, pero te dará exáctamente lo que necesitas si no eres muy exigente.
El sonido es adecuado y en definitiva, es tu teléfono si no buscas lo «premium».
El precio es muy ajustado (como siempre, según donde compres, podrás ahorrar unos euros). En Amazon, por 179 euros y bajando.
Vivimos unas Navidades extrañas este año (esperemos que solo sea este), pero si hay algo que no va a cambiar casi, va a ser que sea el momento en que muchas personas cambien sus equipos electrónicos e informáticos o se inicien en ellos…
No vamos a hablar esta vez de ordenadores, ni portátiles ni de escritorio… solo mencionaremos que puestos a adquirir uno de estos equipos, lo único que habrá que tener en cuenta si queremos un rendimiento bueno durante un largo periodo de tiempo, es buscar que el procesador sobrepase los 2 GHz y la RAM 6-8, además de montar almacenamiento SSD/M2… nada del otro mundo en los equipos que se ponen a la venta actualmente.
Las marcas, en cuanto a calidad, tampoco es que se diferencien mucho… lo único predecible en esto, es elegir la que tenga un servicio postventa eficiente, y encomendarse a tener que recurrir a él poco o nada. Lo demás, es más una cuestión de presupuesto o estética.
Así pues, comenzaremos con el producto estrella, el smartphone, y no vamos a entrar en topes de gama, sino en lo que el común de los mortales requiere, sin querer hacer ostentación, ni pensar que lo más caro le va a durar más (porque no es así realmente, un tema en el que ya entraremos otro día, aunque se venda esa idea).
Por supuesto, para los que confian en el «prestigio de marca», empezaremos con SAMSUNG, aunque lo que nos ofrezca por el mismo precio, siempre será mucho más inferior a otras marcas que luego veremos. En principio, como dijimos, para un usuario medio y rondando los 200 euros, que en esta marca es lo menos que debemos gastar para tener algo decente, optaríamos a los siguientes modelos:
Las variantes de estas familias de SAMSUNG son muchas con pocas diferencias, pero grosso modo, con cualquiera de estos, iríamos bien, sin tener grandes aspiraciones.
Seguidamente, nos iríamos a la segunda marca en discordia, una marca que no para de sacar modelos nuevos y es imposible ir a su ritmo de novedades, XIAOMI:
La familia Redmi Note 9 es asequible y con un hardware muy completo.
Pero podemos optar por su primo de la casa XIAOMI, si queremos un punto de exclusividad:
Como hemos dicho, esta marca tiene un sinfín de modelos para todas las carteras. Ya es casi «el móvil del pueblo».
Pero en tercer lugar vamos a añadir una marca y en concreto un modelo, que nos va a aportar todas esas mismas buenas características, incluido el precio, y que estéticamente nos puede resultar incluso más atractivo. La «marca blanca» de la casa OPPO:
Tiene modelos superiores, pero este «básico» es espectacular. Lo tiene todo, sin ser aparatoso. Y una velocidad que sorprende.
Si queremos gastar un poco menos, podemos optar por su antecesor…
Finalmente, incluimos un modelo, dentro de las especificaciones de las anteriores marcas, de OPPO:
No hablaremos esta vez de HUAWEI en cuanto a telefonía, ya que al haber salido del «universo Google», el cambio de otra marca a esta, o incluso viniendo de la misma, es un poco traumático ya que hay que usar su tienda de apps, hacer un traspaso de datos, etc. Tiene equipos interesantes, pero de momento, queda fuera de nuestras opciones.
Eso es todo en cuanto a smartphones.
Para quienes aún siguen usando tabletas, aunque estén en cierta decadencia y sus modelos, al menos en tienda física, sean menos a seleccionar, vamos a incluir varias, que pueden darnos el resultado esperado para casa o la oficina:
De SAMSUNG
Se encuentra en los 179 euros habitualmente.
De LENOVO:
Rondando los 200, unos euros arriba o abajo.
De HUAWEI:
En esta marca podemos escoger también versiones más básicas a precio de derribo (el traumático cambio de tienda de apps):
Finalmente incluimos una marca «emergente» que ofrece un producto bastante curioso por su precio, y con un android muy limpio:
Y eso es todo, que paséis Felices Novidades… y que la fuerza os acompañe.
A menudo hay que tirar de la consola/ventana de comandos cmd para realizar ciertas operaciones en Windows. Y a menudo es necesario para ejecutar esas operaciones, que sean con privilegios incluso más altos que los de «administrador».
Bien, pues para ello debemos realizar la siguiente secuencia:
Presiona Windows + Q ( o escribe en la ventana de buscar «cmd» para localizar el símbolo del sistema).
Una vez localizado el símbolo del sistema, presionar simultaneamente Ctrl + SHIFT + Enter
El equipo te pedirá autorización para el acceso, tras lo cual, aparecerá el símbolo del sistema.
A estas alturas, los equipos que se venden con discos mecánicos como soporte del sistema operativo ya son pocos o ninguno. La cuestión es que se ha comprobado que la desfragmentación automática, necesaria para discos mecánicos, la ha seguido realizando automáticamente Windows 10 en los SSD instalados, lo cual es contraproducente y degrada estos dispositivos.
En espera de una actualización de Microsoft que lo resuelva, lo ideal es evitar dicha fragmentación, o al menos que se realice lo menos posible. Yo ahora mismo, optaría por esta segunda opción, ya que evitar la desfragmentación tal y como está configurado Windows ahora mismo, podría tener efectos secundarios. Ahora explicaré por qué…
Para evitar esa desfragmentación, por tanto, seguiríamos estos pasos:
Desde el Panel de Control, entraríamos en Sistema y Seguridad y en la opción «Sistema», donde está descrita la configuración de nuestro equipo. Nos fijaremos en las opciones de la izquierda. Haremos click en «Protección del sistema». Como podemos comprobar, la misma está activada. Para evitar la desfragmentación, su estado debería ser «desactivada»Para desactivarla, deberíamos marcar «Deshabilitar protección del sistema»Y aquí viene donde se presenta nuestro dilema: ¿nos conviene perder los puntos de restauración? Pueden ser muy útiles ante un error al actualizar, por ejemplo…así que yo, dado que se espera una actualización que evite el problema de la desfragmentación automática, esperaría y en vez de evitar la desfragmentación, la aplazaría…Retrocederíamos a Sistema y Seguridad, y nos fijaríamos en la opción «desfragmentar y optimizar las unidades», que está en las Herramientas Administrativas. Nos aparecerá este cuadro, que especifica las unidades que tenemos instaladas en el equipo, su estado, etc. En cambiar configutación nos encontraríamos estas opciones. Por defecto, la desfragmentación es semanal. Elegiríamos «mensual» y evitaríamos que se desfragmentara el disco tan a menudo, mientras llega la actualización que resuelva el problema.
Recordaros que caso de no hacer nada, el problema es que estamos disminuyendo la vida útil del SSD, y con ello, un día deberíamos reemplazarlo y con él todo el sistema operativo y archivos, lo cual si nos ocurre sin una copia de seguridad reciente, es un problema que debe evitarse.
Durante las actualizaciones de Windows, pueden ocurrir errores que después hagan funcional mal tu sistema. No debemos entrar en pánico y tirar de una vieja opción para revertir dichas actualizaciones y volver a empezar desde un punto en el tiempo determinado donde todo aun iba bien. La opción es «restaurar sistema», una vieja conocida en Windows 7, que Windows 10 ha dejado en segundo plano. Aquí se muestra el proceso a seguir para realizar una restauración. Recordad que puede tardar un buen rato, y que una vez comenzado no se debe interrumpir.
Deberás buscar la opción «Propiedades del sistema» en Windows 10 y reiniciar el ordenador. Después ir seleccionando las opciones que nos convengan…en este caso, restaurar sistema, desde las opciones avanzadas Durante el proceso, la barra de carga quedará en este estado, hasta que se complete la restauración
Recuerda que después deberás ir reinstalando todas las actualizaciones perdidas… puedes aplazarlo pero finalmente deberás hacerlo, o volverás a tener problemas de funcionamiento.
Como parece que está habiendo problemas para instalar la última versión de Windows 10 y aparecen fallos recurrentes como la famosa «pantalla azul de la muerte» de la que ya hablamos en su día, cabe recordar el procedimiento para restablecer un equipo:
recuerda que este proceso puede hacer que tengas que reinstalalar alguna o todas las aplicaciones que tenías instaladas, por eso merece la pena tener siempre a mano una imagen de disco para recuperar el sistema a un momento en el tiempo en el que todo funcionaba correctamente.
También es posible intentar buscar un punto de restauración anterior a la actualización que pensemos que ha podido ser culpable de los fallos del sistema:
Esta opción se encuentra en el Panel de Control, Propiedades Avanzadas del Sistema.
Si tenemos un problema de espacio pero necesitamos un PC para pequeñas tareas, como ya vimos, tenemos soluciones tan pequeñas y asequibles como el Intel NUC. No obstante, como en un PC normal, necesitaremos un monitor desde el que manejarlo. Lo habitual es colocarlo en modo «mochila» en un televisor, pero también podemos instalarlo de forma individual y utilizar un monitor portátil.
Dichos monitores, que podemos conseguirlos desde las modestas 10 pulgadas hasta las 15,6 que son las que montan habitualmente los portátiles estandard, son muy usados actualmente por «jugones» de videoconsola y smartphone, y son multitud los modelos, capacidades, grosores y estética que podemos encontrar.
En este caso, nos hemos conformado con unas 11 pulgadas, que si bien no son ideales para trabajos de ofimática, por ejemplo, si lo son para el simple manejo del mini PC (o hacer comprobaciones en otros equipos que pueden averiarse, por ejemplo)
En este caso hemos sustituido el soporte que viene de fábrica con el monitor, por un pequeño trípode de fotografía.
Como se puede comprobar, el monitor nos ofrece una calidad de imagen suficiente (pero este tamaño es no apto para muy miopes)
Podemos actualizar el PC o realizar las configuraciones que creamos oportunas a través de esta pequeña pantalla.
El trípode es suficiente para ofrecernos una posición cómoda del monitor y suficiente estabilidad.
La conexión es HDMI y aprovecharemos para emitir una queja: la longitud de los cables de los alimentadores, en general en todos los dispositivos, portátiles o no, es insuficiente. Ya que está presente en las imágenes, decir que la longitud idónea del cable de un alimentador de portátil es la que usa HP…
En el caso de nuestro monitor portátil (que no lo es tanto) el cable del alimentador es extremadamente corto… lo cual genera peligro de caídas. Señores fabricantes: ¡¡un poquito más de cable!!
Seguro que tenéis una tableta que hace tiempo que no usáis (el smartphone y sus grandes pantallas hace tiempo que se comió ese mercado) pero no habréis caído en que aun puede tener muchas utilidades, aparte de ver los capítulos de tu serie preferida o hacer de consola de juegos portátil.
Pues bien, hoy vamos a hablar de una forma de poder interactuar con nuestro PC desde la tablet Android.
Lo primero es recordaros que dependiendo de las capacidades de la tableta, esta interactuación, será más o menos fluida y por tanto, satisfactoria.
En nuestro caso, la utilidad concreta va a ser poder hacer una firma en formato electrónico para evitar tener que hacer cabriolas con el ratón, si no se nos da muy bien, y poder incluirla como archivo de imagen por ejemplo en un documento o escrito.
Así pues, para ello contamos con una app gratuita de Android que nos facilitará poder conectar el PC con la tableta:
que nos permite convertir la tableta en un segundo monitor.
Nos ofrece versión para Windows, para Android y para iOS.
Antes de descargar la correspondiente versión para nuestro sistema operativo, deberemos conocer cuales son las características del mismo y poder elegir la adecuada. Por ejemplo, en Windows, deberíamos ir a «Configuración, Sistema, Acerca de», donde encontraremos las características de nuestro equipo:
Descargamos la aplicación y la instalamos en el PC e igualmente, desde Play Store, haremos lo propio en la tableta.
Con todo preparado y ambos dispositivos, tableta y PC conectados a Wifi, abrimos el programa en Windows y marcamos como activa la opción ON
Abrimos la aplicación en Android y veremos nuestro equipo en el cuadro de diálogo
Una vez tenemos nuestro escritorio en la pantalla de nuestra tableta, podremos acceder a todos los programas que tenemos instalados en el PC, y como queremos una firma, en este caso la realizamos con Inkscape:
Ya sea con el dedo o con un stylus, podremos hacer nuestra firma y guardarla para posteriores usos en el PC, sin tener que realizar mil maniobras con el ratón.
Una vez terminamos la operación, salimos de la aplicación desde uno u otro dispositivo, y tendremos ambos en su estado original…
bootzuna 